martes, 20 de octubre de 2015

¡GORDA POTENTE!

(luego de una charla con Ch. sobre las necesidades de una gordita pa'l invierno) 

¡Gorda potente de los ojos turcos, 
la que admiró mi paso de tilingo! 
La noche te tragó como a una fruta, 
te fuiste a mi pesar, ¡gorda potente! 
La pollera celeste, el pelo suelto 
y negro, como danza de caobas... 
¿Qué fue de tu deseo, de esas ansias 
por exprimirme el pulso? ¡Gorda linda! 
Te fui a buscar un viernes, regresé 
a la mesa del bar en que te habías 
sentado a devorarme con los ojos. 
Vacía. Ni la sombra de tu peso. 
Entristecido, gris, tomé una copa 
de cerveza caliente, fumé un pucho. 

4 mayo 1997.-

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